Imagina que estás embarazada por primera vez y que en las ecografías y controles te van diciendo, a medida que se acerca el momento del parto, que tu bebé es grande, muy grande, y que pesará más de 4 kilos. Imagina que en los últimos días te dicen que no, que se han equivocado, que en realidad pesará más de 5 kilos. ¿Que sucedería?
Pues muy probablemente alguien os diría que hay una clara desproporción cefalo-pélvica (que la niña no va a poder nacer si no es por cesárea), que intentar un parto vaginal es una locura y que, si lo intentas, tendrás un parto larguísimo en el que pondrás en riesgo tu vida y la de tu bebé.
Pues bien, eso es todo lo contrario a lo que le pasó a Emma Hogg, una mamá primeriza que se ha hecho famosa por traer al mundo a una bebé que pesó como un bebé de tres meses, 5,5 kilos, y que la parió en apenas 45 minutos.
Primeriza, ¿y en solo 45 minutos?
Así es. Emma es una mamá de Gales que la semana pasada sorprendió a todo el personal del hospital y a su propia familia al dar a luz a su hija Lilah Gracia Simmonds en apenas tres cuartos de hora. Tras 20 minutos moviéndose para promover una mejor dilatación y alguna que otra inhalación a la mascarilla de óxido nitroso, inició un expulsivo que duró bien poco.
Tal y como leemos en Babyology, Emma llegó al hospital porque había empezado con contracciones. Una matrona puso la radio y ella la aprovechó para bailar un poco por la habitación, hasta que empezó a notar que la cosa se aceleraba.
Su pareja, Michael Simmonds, casi se pierde el nacimiento al dejarla un momento para ir a buscar algo para comer, contando que estaba todavía en el principio del que sería un proceso de varias horas.
Por su parte, la increíble mamá explicó que todo fue tan rápido que apenas tuvo tiempo de sentir dolor.
No sabía que sería tan grande
La fecha probable de parto se había cumplido apenas ocho días atrás, y no tenían constancia de que la niña fuera a ser tan grande. Cuando las enfermeras hicieron público el peso todo el personal quiso acercarse a conocer a Lilah para verla con sus propios ojos y felicitar a los padres.
Por ahora, la pareja está encantada con la niña, que llora muy poco y parece tranquila y feliz, como podéis ver en este vídeo del Daily Mirror:
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