Si vives en un piso, seguramente dispondrás de una terraza o un balcón, éste es uno de los lugares en el que el niño encuentra diversión, juega con sus juguetes, se fascina por las plantas y hay un elemento que le atrae mucho, la tierra de las macetas.
El balcón o terraza es parte de la casa y como tal, puede que sea accesible para el niño pero claro, con las medidas de seguridad oportunas. Ya pronto comenzará la primavera y con ella el buen tiempo, el niño disfruta estando en la terraza, le da el sol, el aire, descubre el mundo de las plantas, en resumidas cuentas es un ambiente distinto al del interior de la casa que le atrae por eso mismo, por ser distinto.
Debemos tener una serie de precauciones con respecto al balcón o la terraza que debemos tener en cuenta para que el niño no sufra ningún contratiempo, si nos gustan las plantas y tenemos algunas, debemos asegurarnos que estas no sean tóxicas o venenosas. Algunas plantas son muy bonitas pero tienen esos posibles riesgos, por eso, cuando compremos una, debemos informarnos bien sobre ella. Hay plantas que producen pequeñas bayas, estas las debemos evitar a toda costa, ya que son una tentación para los niños. Las vistosas con bonitas flores son tan frágiles que el niño las podría romper, por tanto, a la hora de elegir unas plantas para decorar nuestra terraza o balcón sería conveniente elegir plantas que fueran resistentes y bonitas como por ejemplo las drácenas. Sobre todo debemos evitar los cactus, muchos son venenosos y además los pinchos que poseen podrían lastimar al pequeño.
Nunca debemos disponer ninguna maceta cerca de la barandilla y mucho menos un mueble que propicie encaramarse a él. En cuanto a la tierra, hay niños que les atrae e incluso se la comen, entonces es preferible no tener ninguna planta y esperar a que el niño crezca para tenerlas.
Especial atención debemos tener con el diseño de la terraza o balcón con respecto a la barandilla y la altura de esta, muchos niños son aficionados a subirse allá donde pueden poner sus pequeños pies, y el diseño de la barandilla puede ser una tentación, por eso se recomienda el uso de mallas de protección adecuadas.
La distancia entre los balaustres de la barandilla debe ser tan estrecha que no quepa la cabeza del niño, hay una ley que indica que debe ser inferior a 12 cm. pero no siempre las construcciones cumplen todos los requisitos, así que asegúrate de que no haya la posibilidad de que tu hijo pueda meter la cabeza entre ellos, es muy fácil meterla, pero les cuesta más sacarla y podría ser causa de ahogamiento.
Cuando nos encontremos dentro de casa, no debemos olvidar por precaución, tener un pequeño cierre de seguridad que imposibilite el acceso al balcón a nuestro pequeño, ya que es una manera más de prevenir cualquier posible peligro y que no acceda a la terraza sin que nosotros tengamos constancia y estemos presentes junto a él.
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