A veces venís a la consulta preocupados porque vuestro hijo o hija ha comenzado a roncar, cuando antes no lo hacía. Otras veces sale el tema en las revisiones del niño sano, cuando abordamos el sueño.
Aunque muchos piensen que el ronquido es algo de adultos, lo cierto es que muchos niños roncan en algún momento de su infancia. A continuación vamos a analizar por qué se produce el ronquido, cuándo puede ser normal y en qué ocasiones puede suponer un problema.
¿Qué es el ronquido?
El ronquido es el ruido ronco que se produce mientras dormimos cuando el aire tiene dificultad para pasar por la vía respiratoria superior. Si la vía aérea superior está estrecha, el aire vibra al pasar y produce ese sonido.
¿Es normal que los niños ronquen?
El ronquido de manera permanente y habitual no es normal en niños a ninguna edad. Sin embargo, es bastante frecuente que los niños (incluso de meses de edad) ronquen cuando están acatarrados; y el ronquido desaparece cuando se recuperan. Hasta uno de cada diez niños ronca siempre (independientemente de los catarros).
La rinitis alérgica y el reflujo gastroesofágico y/o regurgitaciones son otras causas de ronquido en la infancia. De igual manera que con los resfriados, cuando se instaure el tratamiento y desaparezca el problema, cesarán los ronquidos.
Los ronquidos pueden deberse también a alteraciones anatómicas, si las amígdalas o las adenoides ("vegetaciones" coloquialmente) crecen demasiado (son hipertróficas) o si la mandíbula y/o el paladar tienen una forma anómala. Ser fumador pasivo también es una causa de ronquido.
Hipertrofia de amígdalas e hipertrofia adenoidea
Las adenoides o vegetaciones son una masa de tejido linfoide que se encuentra entre la nariz y la garganta. Su función es defensiva, son una primera barrera frente a los agentes infecciosos. Para visualizarlas, el otorrino introducirá una pequeña camarita a través de la nariz.
Las amígdalas también están formadas por tejido linfoide y se localizan en la parte posterior de la garganta, una a cada lado. Su papel es también defensivo. Para visualizarlas basta con abrir mucho la boca y decir "ahhh" o ayudarnos con un depresor.
Las amígdalas y las adenoides tienen mayor tamaño en los niños pequeños (hasta los 5- 6 años) y según van creciendo suelen ir disminuyendo su tamaño, pues el cuerpo desarrolla otros mecanismos para defenderse de las infecciones. Sin embargo, en algunos niños las amígdalas y/o las adenoides pueden tener un tamaño aún mayor de lo habitual; hablamos entonces de hipertrofia. Esto puede ocasionarles algunos problemas.
Los niños con hipertrofia adenoidea y amigdalar suelen respirar por la boca (respiración bucal), tener el paladar ojival (que puede generar problemas de malclusión dental), mucosidad y taponamiento nasal casi constante y pueden presentar infecciones de repetición (otitis, amigdalitis, sinusitis), así como ronquido y pausas de apnea durante el sueño.
¿Puede el ronquido suponer un problema?
Los niños que roncan descansan peor por la noche. Es posible que muchos duerman más horas pero su sueño no es reparador y aparecen con más frecuencia en estos niños trastornos del sueño como pesadillas, terrores nocturnos o sonambulismo. Además, hasta un 20% de los niños que roncan sufrirán el Síndrome de Apneas e Hipopneas del Sueño (SAHS) del que luego hablaremos.
Este menor descanso nocturno puede verse reflejado también durante el día: somnolencia, necesidad de siesta cuando por edad (4-5 años) ya no debían necesitarla, inquietud, dolor de cabeza.... Todo esto puede afectar a su aprendizaje y a su rendimiento escolar. De hecho, muchos de estos niños son diagnosticados erróneamente de déficit de atención y/o hiperactividad.
¿Qué es el Síndrome de Apneas e Hipopneas del Sueño (SAHS)?
El SAHS es el trastorno respiratorio del sueño más grave. El niño presenta episodios de dificultad del paso de aire durante el sueño que ocasionan que deje de respirar (apneas) o respire menos (hipopneas) y esto puede ocasionar que la saturación de oxígeno en la sangre disminuya. La causa más frecuente de SAHS en la infancia son la hipertrofia de amígdalas y de adenoides.
¿Qué signos de alarma debo conocer si mi hijo ronca?
Como hemos comentado al inicio del post, un porcentaje alto de los niños ronca cuando se acatarra. Por ello es fundamental que, si vuestro hijo ronca, prestéis especial atención a si lo hace coincidiendo con refriados o ronca siempre, independientemente de ellos. Además, conviene observar al niño/a mientras duerme y detectar si deja de respirar durante unos segundos (apneas), si parece que lucha para respirar o si adopta posiciones raras para dormir; podríamos estar ante un SAHS.
También es importante valorar su comportamiento diurno: ¿Se levanta cansado? ¿Parece necesitar una siesta? ¿Está muy inquieto? ¿Le cuesta concentrarse? Si la respuesta a una o varias de estas preguntas es afirmativa, es recomendable que sea valorado por su pediatra.
¿Es necesario realizar alguna prueba complementaria si mi hijo ronca?
Además de realizar una historia clínica detallada y determinadas preguntas, el pediatra explorará a vuestro hijo prestando especial atención a la boca: amígdalas, forma del paladar...
Ante una hipertrofia de amígdalas o la sospecha de una hipertrofia adenoidea (las adenoides no podemos verlas a simple vista), es probable que os derive al Otorrinolaringólogo para valoración. Si se sospecha un SAHS puede realizarse un estudio del sueño (polisomnografía) en domicilio o en el hospital (laboratorio de sueño) que analice si hay apneas e hipopneas. También es posible que os soliciten un vídeo de vuestro hijo mientras duerme.
¿En qué casos necesitará intervención quirúrgica?
No todos los casos de hipertrofia adenoidea y amigdalar necesitan ser operados, pues como hemos visto, esos tejidos disminuyen su tamaño con la edad y no en todos los casos esta hipertrofia supone un problema. Tampoco todos los niños que roncan deben ser intervenidos quirúrgicamente.
La necesidad de operar debe ser valorada de manera individual en cada paciente, pero es probable que vuestro hijo se beneficie si a causa de la hipertrofia de adenoides y/o amígdalas presenta:
- obstrucción respiratoria, con apneas,
- muchas infecciones de repetición,
- tiene maloclusión dental y es debida a la hipertrofia de amígdalas y adenoides.