Vimos ayer uno de los anuncios de publicidad de lactancia materna de una campaña realizada por el Consejo Publicitario Argentino y Nutrired, una organización que lucha contra la malnutrición en este país.
En este caso, de nuevo con la mejor de las intenciones, caen en algunas incoherencias que deberían haberse podido evitar con el asesoramiento de profesionales de la medicina especializados en lactancia o de grupos de lactancia materna con experiencia, como la importante Liga de la Leche Argentina, de cuyas campañas incluso en los organismos oficiales ya hemos hablado.
Como en el anterior los bebés, en contra de todas las recomendaciones de ayuda para que las madres puedan lactar, aparecen solos en el nido y ni al padre se le permite el acceso. Afortunadamente en la mayoría de los hospitales se está abandonando esta costumbre que no solamente interfiere en la lactancia materna, sino en las necesidades emocionales de la madre y el hijo en esos primeros días de intensa formación de vínculo emocional.
Además, la voz en off, aunque anima a proporcionar lactancia materna, sin titubeos, hace solamente mención al primer año de vida, cuando es sabido de sobra que la Organización Mundial de la Salud recomienda mantenerla hasta los dos años como mínimo.
La verdad es que esta campaña me ha desilusionado. A las madres con problemas en su lactancia no se lo ponen nada fácil pues el contexto del anuncio es de total incoherencia, y tampoco les ofrece información sobre donde acudir si quieren lactar y tienen dificultades, que bastante mal lo pasan.
Por tanto, bien por la iniciativa de dar publicidad a la lactancia materna, pero regular por la información y la puesta en escena. Veo un poco inutil animar a dar el pecho sin ofrecer ayuda a las mujeres que no lo consiguen o que podrían lograrlo con una mejor atención. Quiza soy demasiado crítica, pero creo que este consejo publicitario tendrá poco impacto real tal y como lo han realizado. ¿Vosotros que pensáis?
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