Tenemos dos cielos de niños (niña y niño) ya creciditos, hace ya tiempo que hemos pasado la época del "biberón" y el pañal, de las noches en vela y de todo el conjunto de situaciones que rodean al mundo del bebé. Sin embargo, hace ya muchos meses se removía en nuestro interior la idea de ampliar la familia y engrosar las listas de lo que hoy se conoce como familia numerosa.
Tras hablarlo y sopesar pros y contras, no hubo ninguna duda y decidimos ir a la búsqueda de nuestro tercer hijo, pero después de catorce meses, todavía no ha querido llegar. Cuando se han tenido dos hijos, se tiene la seguridad de que no habrá ningún problema para una nueva concepción, pero el tiempo no pasa en balde, la edad, el estilo de vida, el medioambiente... todo influye a la hora de poner dificultades.
Llega la decisión de acudir a los especialistas para intentar averiguar qué es lo que ocurre. Concertamos cita con el área de planificación familiar, una amable doctora nos atiende, las preguntas son varias, qué edad tenemos, cuánto tiempo hace que buscamos la concepción, en qué fechas lo intentamos y otras preguntas empiezan a perfilar lo que será nuestro historial clínico. Inicialmente debemos realizar unos análisis que verifiquen nuestro saludable y aparente estado de salud, la especialista nos indica que en ocasiones cuesta un poco lograr el objetivo deseado, pero la tardanza no debe desalentar el deseo, de una u otra forma daremos un hermanito a nuestros hijos.
Ahora hay que esperar los resultados de los análisis que tardarán aproximadamente 15 días, nos prepara una visita concertada con el ginecólogo que será el responsable de examinar los análisis y de planificar cuáles serán los pasos a seguir, mientras, la responsable de planificación familiar nos ofrece un pequeño prospecto donde se informa sobre cuáles son los mejores momentos para buscar la concepción.
Salimos de la consulta y el sentimiento de la esperanza se mantiene firme en nuestro corazón, una vez en casa marcamos los días más recomendables para buscar nuestro tercer hijo.
Algunos amigos o conocidos realizan comentarios curiosos, “todavía tenéis ganas de más”, “otra vez las noches sin dormir y los inconvenientes del recién nacido”, etc, etc. Nosotros somos de los que acogemos el nacimiento como un gran acontecimiento que debe ser celebrado, ser padres no es una obligación, es una satisfacción.
En fin, intentaremos relataros nuestro camino para lograr la meta, nuestros tropiezos y avances, nuestras penas y alegrías y finalmente esperamos poder ofrecer la noticia de que estamos embarazados.