El miedo es una de las muchas emociones que todos experimentamos a lo largo de nuestras vidas.
Es importante comprender que el miedo no es malo en sí, de hecho puede ser altamente adaptativo, enseñándonos a ser cautos a la hora de enfrentarnos a situaciones nuevas y que pueden ser peligrosas.
Sin embargo, debemos estar atentos cuando el miedo nos paraliza, es excesivamente irracional o interfiere en nuestras vidas, porque entonces se ya no es un miedo adpatativo.
En este artículo hablamos de un tipo de miedo en los niños: el miedo a defraudar. ¿Por qué ocurre y cómo podemos ayudar a los más pequeños, como padres, en esta tarea...?
“El miedo es natural en el prudente, y el saberlo vencer es ser valiente.”
-Alonso de Ercilla y Zúñiga-
¿Por qué sienten miedo los niños?
Los niños pueden experimentar miedo al enfrentarse a ciertas situaciones en las que no saben lo que va a suceder y/o en las que no tienen control sobre lo que está pasando.
El miedo varía dependiendo del estadio del ciclo vital en el que se encuentran.
Podemos notar cómo los bebés pequeños pueden sentir miedo ante personas desconocidas, o miedo al estar separados de su madre, padre o figura de cuidado. Conforme los niños crecen, los miedos van evolucionando y es así como entramos a la etapa de los miedos a cosas irreales.
Alrededor de los cuatro años, hasta los seis (aproximadamente), los niños empiezan a sentir miedo de cosas que no existen, como los monstruos debajo de la cama o en el armario.
No es hasta pasados los siete años (en la mayoría de los casos) cuando el miedo a defraudar a otros puede hacerse presente.
Causas del miedo a defraudar
Cuando este miedo a defraudar aparece, las causas pueden ser diversas. Entre ellas destacamos:
- Baja autoestima.
- Vergüenza.
- Miedo a equivocarse o a sentirse juzgado.
- Padres con un estilo educativo sobreprotector o autoritario.
- Errores del pasado que han sido mal gestionado o incluso, castigados.
- Creencias irracionales relacionadas con la aprobación o el amor del entorno: "si defraudo, me van a dejar de querer".
- Inseguridades personales.
- Perfeccionismo excesivo; niños que creen que si no lo hacen todo bien, van a defraudar.
- Etc.
“No hace falta conocer el peligro para tener miedo; de hecho, los peligros desconocidos son los que inspiran más temor.”
-Alejandro Dumas-
¿Cómo ayudarlo a gestionar ese miedo?
Como padres puede ser muy angustiante ver cómo nuestros hijos experimentan situaciones que les hacen sentir mal, y es comprensible que busquemos la manera de poder ayudarlos.
En este sentido, existen algunas cosas que puedes hacer para ayudar a los niños a superar el miedo a defraudar:
- Identifica el miedo. Antes de todo debes identificar cuál es la causa del miedo en tu hijo.
- Conversa con el niño acerca del miedo. Explícale que es normal sentir miedo en ocasiones y que eso no está mal.
- Hazle saber que estás ahí para acompañarlo y apoyarlo.
- Valida lo que siente. No minimices su miedo, evita usar frases como ‘no tienes por qué temer’, ‘no te sientas así’, etc.
- Jamás te burles de lo que siente el niño.
- No exageres al respecto. Está bien prestarle atención al miedo que siente pero no volverlo un asunto trascendental.
- Ofrécele opciones para gestionar el miedo.
- Explícale que si no logra hacer algo de manera perfecta no lo van a dejar de querer ni va a defraudar a nadie.
- Enséñale que fracasar es parte de la vida y está bien. Que eso sirve de aprendizaje y crecimiento.
- Y por último, pero no por ello menos importante, no le transmitas tus propios miedos.
Si sientes que la situación se escapa de tus manos o no cuentas con las herramientas necesarias para ayudar a tu hijo a gestionar sus emociones, te animamos a solicitar la ayuda profesional de un terapeuta, quien te ayudará a generar estrategias para abordar esta situación.
Presta atención al espejo
Nuestros hijos son el reflejo en gran parte de quienes somos y de cómo nos enfrentamos a la vida. Entonces, cuando nuestros niños empiezan a experimentar miedo ante el fracaso por temor a defraudar a otros, es importante que hagamos un proceso de introspección.
Es necesario evaluar cómo es nuestro estilo de crianza, y si de alguna manera estamos presionando a nuestros hijos y haciéndoles sentir que deben sobresalir en todo para no defraudarnos.
De igual manera, debemos estar muy atentos ante la manipulación como medio de control que en ocasiones podemos llegar a utilizar. Si esto te sucede no te angusties, ser padres no es fácil y podemos cometer algunos errores en el camino, pero lo verdaderamente importante es hacernos conscientes de ellos y corregirlos.
Permitirles crecer y experimentar
Muchos niños sienten miedo frecuentemente porque han sido criados a través de un estilo de sobreprotección que, lejos de ser bueno para su desarrollo, termina siendo un verdadero problema.
Sabemos que en ocasiones resulta un poco difícil dejar que nuestros hijos tengan cierta libertad (siempre con límites claros), pero resulta necesario para que puedan adquirir habilidades y saber que no pasa nada si falla en algo.
En este sentido, es importantísimo trabajar la autoestima de nuestros pequeños, que sepan que valen mucho más que su desempeño y que nuestro amor no está condicionado por los resultados que obtengan en determinadas situaciones.
“No me cabe concebir ninguna necesidad tan importante durante la infancia de una persona, que la necesidad de sentirse protegido por un padre.”
-Sigmund Freud-
Hazle saber siempre qué es un ser humano valioso y con muchas capacidades, que los errores son parte de la vida y que sirven para aprender, que siempre lo vas a amar por todo lo que es y que sabes que puede lograr mucho más.
Y hazte un favor; estas mismas líneas aplícalas también para ti, ¡lo estás haciendo bien!