Hace unas semanas os mostramos a dos hombres tratando de sufrir el dolor que se puede llegar a sentir en un parto y hoy os traigo a otros dos hombres que se grabaron haciendo algo mucho más básico.
Los primeros trataron de sentirlo en sus carnes, y pueden entenderse sus reacciones, los segundos, los que podéis ver hoy, sin embargo, nos muestran la cara que pueden llegar a poner los hombres al ver un parto por primera vez.
El caso es que ni siquiera lo vieron en directo, porque se limitaron a ver un vídeo de tan sólo cuatro minutos (ya sabéis que un parto dura más), pero viendo sus caras queda más que claro que, o cambian mucho, o sus parejas tendrán que dar a luz solas o acompañadas de otra persona.
Imagino que sólo habían visto partos en las películas (y ya sabéis que allí no se ve nada), y por eso no logran entender que una embarazada dé a luz de pie. De hecho, no solo no lo entienden, sino que están seguros de que el bebé se irá directo al suelo.
Dignas de mención son las caras que van poniendo, que uno no sabe si están viendo un parto o una película de terror. Hay un momento, de hecho, en que empiezan a hacer arcadas, como si fueran a vomitar.
Sinceramente, sé que ésta es la reacción que puede llegar a tener un hombre al ver un parto por primera vez, pero espero que sea la reacción de sólo una minoría. Da que pensar ver a dos hombres observar un parto y darte cuenta de que parece que nadie les haya explicado, ni siquiera en el colegio, cómo funciona la reproducción y cómo nacen los niños.
Fijaos hasta qué punto llegan a ignorar cómo funciona el tema, que uno de ellos se filmó momentos después explicando que el bebé está unido al cordón umbilical, que se une, en el interior de la mujer, con su corazón (supongo que debe imaginar que se corta el cordón y que luego, dentro de la madre, el mismo se desintegra, o bien que queda ahí dentro, adherido a alguna pared del útero, para que cuando haya un nuevo bebé se conecte a él).
Vía | Generaccion En Bebés y más | ¿Por qué es mejor estar acompañada durante el parto?, Nada más importante que presenciar el parto de un hijo, Compartir el dolor del parto con el padre