El destete nocturno, nueve consejos para hacerlo de forma respetuosa

El destete nocturno, nueve consejos para hacerlo de forma respetuosa
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Son varios los motivos que pueden llevar a una madre a decidirse a destetar a su bebé. Si tras haberlo valorado y consultado en un grupo de apoyo a la lactancia -por si hubiera algún problema que se pudiera encarrilar-, la madre continúa con la idea de destetar a su hijo, lo más recomendable es comenzar poco a poco.

Muchas madres deciden iniciar el destete eliminando primero las tomas nocturnas. Hemos hablado con una asesora de lactancia para saber cómo llevar a cabo este proceso de una forma respetuosa para el bebé, y estas son las claves que nos ha dado.

El destete, mejor poco a poco

Hemos hablado sobre el destete nocturno con Macarena Ruiz, doula, asesora de lactancia, creadora del grupo de Facebook Asesoras de Lactancia Online y directora de cursos de lactancia.

Antes de compartir los consejos que nos ha dado, conviene recalcar que el destete no debe ocurrir de repente, sino que debe ser un proceso mediante el cual la madre o el bebé vayan reduciendo paulatinamente tomas hasta eliminarlas definitivamente.

Hay madres que antes de destetar por completo, optan en primer lugar por destetar de noche. Si es tu caso, Macarena aconseja apoyarse durante todo el proceso en una asesora de lactancia y tener presente dos cuestiones:

  • Si destetas creyendo que de esta forma tu bebé dormirá toda la noche, Macarena nos recuerda que el sueño es un proceso evolutivo y que los despertares nocturnos son normales, tanto si toma pecho como si pasa a tomar biberón.
"El destete nocturno no debería ser un recurso para que nuestro hijo se duerma solo. Es decir, no hay que creer que trataremos los problemas de sueño si destetamos por la noche"
  • El destete nocturno no debería llevarse a cabo antes de los 12-18 meses. Por sus necesidades nutricionales y de desarrollo, la leche materna sigue siendo el principal alimento de un bebé de esta edad, por lo que la asesora aconseja no destetar nunca antes de esta edad.
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Una vez tomada la decisión de destetar por la noche, se recomienda seguir una serie de pautas teniendo en cuenta que este proceso no será rápido ni, posiblemente, fácil

1. Tener presente los sentimientos del niño

El niño no es quien ha elegido destetarse, por lo que debemos entender los momentos de frustración y enfado que se pudieran producir durante el proceso.

"Como madres, tenemos que hacer un gran trabajo de contención y paciencia. No podemos permitirnos el perder los nervios con el bebé, gritarle o regañarle. Es una situación difícil para él y debemos manejarla de forma absolutamente respetuosa" - nos recuerda Macarena.

"Aunque hagamos lo posible por llevar a cabo un destete respetuoso, hay que saber que no será un destete feliz porque lo más probable es que nuestro hijo llore y lo pase mal"

2. No dejar de lado nuestros propios sentimientos

Es posible que durante el destete sintamos tanto culpa como alivio a partes iguales. La asesora nos explica que ambos sentimientos son normales, y que no debemos ser duras con nosotras mismas. Es comprensible que queramos cerrar una etapa y eso no debe hacernos sentir mal.

3. Hablar con nuestro hijo y explicarle qué va a ocurrir

Macarena nos aconseja que hablemos con nuestro hijo y le expliquemos en todo momento lo que va a ocurrir, cómo y cuándo vamos a empezar, qué pasos vamos a dar... Si nuestro hijo entiende el concepto de "pacto", podemos llegar a un acuerdo con él para intentar que el proceso sea más sencillo.

"Podemos decirle que a partir de una determinada hora ya no podrá mamar. Se lo explicaremos con palabras sencillas o utilizando el cuento de la "teta cansada", que también necesita irse a dormir. Este es un excelente recurso para acompañar a los niños" - explica la asesora.

4. ¡No cualquier momento vale para iniciar el destete!

Una mudanza, la llegada de un hermano, el inicio de la guardería… Cualquier cambio importante en la vida familiar no se considera recomendable para iniciar un proceso tan delicado como este.

5. Dosis extra de mimos

Compensemos a nuestro bebé con dosis extra de abrazos, mimos y besos, para que la pérdida de la teta por la noche sea aceptada de mejor grado.

6. Ofrecer líquidos o alimento

Cuando nuestro hijo tenga algún despertar durante la noche y busque mamar, ofrezcamosle alternativas como agua, leche o cualquier otro alimento.

7. Des-colechar, si el niño acepta

A veces funciona cambiar al niño de cama y llevarle a dormir con los hermanos mayores, si los tuviera. La emoción e ilusión por ser mayor y dormir junto a ellos puede hacer más fácil el proceso.

Pero Macarena nos alterta de que este paso debemos darle sólo si al niño le hace especial ilusión, porque forzar el destete dejando atrás también el colecho podría suponerle un cambio demasiado brusco.

8. "Plan padre" o involucrar al papá en el destete

Esta opción suele funcionar muy bien cuando la pareja está muy involucrada y es consciente de lo que el proceso de destete nocturno supone. Consistiría en que el padre sea quien sostenga al bebé cuando se despierte, le apoye, le de mimos, lo entretenga...

"Podemos poner en práctica este recurso de varias formas. Una de ellas podría ser haciendo que el bebé duerma al lado del padre en vez de al lado de la madre. O incluso que la mamá se vaya a dormir a otra habitación" - aconseja Macarena.

9. Retroceder y parar cuando lo necesitemos

No siempre es fácil un proceso de destete, por eso no debemos ser intransigentes y creer que una vez iniciado, no hay que dar marcha atrás.

"Debemos permitirnos retroceder o parar cuando lo necesitemos, porque ninguna solución es mágica, y el destete es un proceso duro tanto para el bebé y para la madre. Si se dieran situaciones difíciles o noches complicadas, podemos volver a darle el pecho, aunque solo sea un momento, o incluso a suspender el destete si no nos vemos con fuerzas de seguir adelante" - nos aconseja la asesora.

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La OMS recomienda lactancia materna exclusiva durante los seis primeros meses del bebé, y continuar con ella hasta, como mínimo, los dos años. Reconoce, además, que es un derecho del niño y como tal debemos protegerla.

Pero cuando surgen situaciones que, como madres, nos llevan a tomar esta decisión, lo mejor es hacerlo de la forma más respetuosa posible, evitando consejos dañinos y siendo guiadas y acompañadas en un proceso que, como hemos dicho al inicio, puede no resultar tan fácil como inicialmente pensamos.

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