Las rutinas y horarios son importantes, pero la flexibilidad es clave durante la cuarentena
Ante la cuarentena obligatoria para tratar de reducir y prevenir el contagio por coronavirus, miles de familias nos encontramos en casa con nuestros hijos, mientras los pequeños continúan tomando sus clases a distancia y los padres hacemos lo posible por equilibrar casa y teletrabajo.
Algo que nos facilita hacer esto, es organizar y planificar los tiempos y actividades de todos, para tener un orden en medio del caos. Pero debemos recordar que si bien las rutinas y horarios son importantes, la flexibilidad también es clave durante la cuarentena.
Una vida sin prisas
La cuarentena llegó y todos nos encontramos con un pequeño aspecto positivo: nuestro acelerado ritmo de vida repentinamente se detuvo. Sin embargo, aunque esta pausa nos ha hecho reflexionar y pasar tiempo con nuestra familia, el trabajo continúa en casa.
Quizás ahora no importa mucho si es lunes, jueves o domingo, pues por el momento no hay una escuela u oficina a la que debamos llegar. Pero a pesar de tener la oportunidad de llevar una vida sin prisas, es importante continuar teniendo un orden en casa.
La importancia de las rutinas y horarios
Las rutinas son necesarias para el sano desarrollo de los niños, y no podemos simplemente decirles adiós porque ya no hay que madrugar al día siguiente para llegar puntuales a algún lado. Ellas serán las que nos ayudarán a continuar con nuestra vida y actividades de la forma más normal posible.
Y precisamente, uno de nuestros consejos para sobrellevar el encierro era establecer rutinas diarias, con la finalidad de que los niños no vean alterados sus horarios de sueño, comidas y tareas escolares, y así respetar los espacios para cada una de estas necesidades o responsabilidades.
Despertar a la misma hora, tener horarios para los deberes, así como para el descanso, juego y las comidas del día, así como una hora habitual para ir a dormir, son pasos importantes para impedir que el caos entre en casa y sigamos manteniendo un ritmo de vida saludable.
Horarios sí, pero flexibilidad también
Debido a que todos nos encontramos en la misma situación, hemos visto que las redes se han inundado de propuestas de horarios para seguir mientras dure la cuarentena. Estos pueden ser una herramienta de apoyo muy útil en estos tiempos en los que el futuro luce incierto, sin embargo es importante mantener expectativas realistas.
Algo que me gusta recordar de vez en cuando acerca de ser madre, es que la vida con niños es impredecible. Al final de cuentas, son pequeños humanos que están aprendiendo a gestionar sus emociones, y si a nosotros nos cuesta trabajo hacer cosas cuando no estamos de humor o no tenemos buenos ánimos, a ellos aún más.
Además, también entran en cuenta muchos otros factores. Por ejemplo, si tardamos más de lo usual en una actividad, si surge algún imprevisto o si por alguna razón, no nos rinde el tiempo que habíamos planificado al momento de organizar los horarios. Ahí es donde entra el ser flexibles.
Debemos tener la capacidad de poner en pausa las cosas y dejarlas a medias si es necesario, de aplazar para mañana cosas que pueden esperar y darle prioridad a otras más importantes o apremiantes, sin sentir culpa ni exigirnos a nosotros o a los niños demasiado.
Por ejemplo, no pasa nada si un día los niños no terminan los deberes asignados para un día o si permanecen despiertos más allá de la hora usual de dormir. Estamos viviendo un momento crítico, en el que ya tenemos suficiente con la tensión que se vive afuera, como para llevarla también dentro de casa.
En mi experiencia personal, en un principio pensé mucho en cómo lo haríamos para lograr equilibrar todo: mis actividades de trabajo, los deberes de mi hija y el mantenimiento y rutinas usuales de todo lo que hay que hacer en casa, además de no descuidar a mi hija y tener tiempo de calidad con ella.
Y aunque los primeros días intenté asignar horarios fijos para ayudarle de forma diaria con los deberes, al final nos resultó mejor establecer momentos más extendidos de trabajo/deberes solo ciertos días y dedicar otros para cosas más relajadas como juego libre o actividades de ocio como lectura y películas.
Así que sí, propongamos rutinas y horarios e intentemos respetarlos para que haya un orden, pero también tomemos en cuenta que las cosas no siempre salen como lo planeamos ¡y eso está bien! La flexibilidad en estos momentos, nos ayudará a vivir una época dura de forma menos estresante.
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