Los niños no tienen prejuicios, solamente experiencia e inocencia. No juzgan. Puede que se asombren ante algo que no conocen, pero son unos verdaderos maestros en lo que se refiere a la comprensión de los valores fundamentales. Y no hay valor más importante que el reconocimiento del amor. ¿Es que es diferente el amor entre marido y esposa o marido y marido?
Un ejemplo encantador es el de este niño que, al conocer una pareja homosexual (se nota que es la primera vez que lo ve) reacciona con naturalidad, pregunta, compara y llega a una conclusión lógica: Ustedes se aman.
Un ejemplo de que para los niños, el amor no tiene barreras y ellos no tienen problemas en entender que dos personas pueden amarse, sin importar su sexo o lo que haga la mayoría. Y, como niño que es, después de entender a esta pareja homosexual, sigue con su vida sin problemas, y se va a jugar. A él no le importa que sean marido y marido, lo que le importa es que se aman.
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