No es una novedad que la alimentación influya en la fertilidad, tanto en la mujer como en el hombre. Relacionado concretamente con el consumo de grasas, un estudio reciente afirma que las grasas saturadas empeoran la calidad del semen, mientras que los alimentos ricos en omega 3, la mejoran.
Por su parte, los antioxidantes son considerados imprescindibles para la buena calidad del semen, al ser moléculas principalmente presentes en frutas y verduras capaces de retardar y prevenir la oxidación de otras moléculas.
Por eso, si estáis pensando en buscar un bebé, la dieta del futuro papá debe ser tenida en cuenta, ya que según el estudio realizado con 99 hombres y publicado en Human Reproduction los hombres con dietas más ricas en grasas saturadas tienen menor cantidad y concentración de esperma.
La cantidad de esperma total se define como el número de esperma en la eyaculación, mientras que su concentración es el número por unidad de volumen. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), la cifra de espermatozoides en una eyaculación debería ser al menos de 39 millones, mientras que la concentración de espermatozoides debe ser al menos de 15 millones por mililitro.
En base a esta medida, los investigadores encontraron que los hombres que consumían más grasas saturadas presentaban un 43 por ciento menos de esperma que los hombres que consumían menos y una concentración de un 38 por ciento menor.
Aquellos que tomaban más grasas omega-3, presentes principalmente en el pescado, presentaban un ligero aumento de esperma de casi el dos por ciento comparado con los que consumían menos.
Aunque la muestra tomada para el estudio no es demasiado significativa y hagan falta más investigaciones sobre el tema, es lógico pensar que una alimentación sana favorecerá la producción y la calidad de espermatozoides, que son células reproductoras.
Vía | El País
Más información | Human Reproduction
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