Diez estrategias para preservar la seguridad de los niños en las carreteras

Diez estrategias para preservar la seguridad de los niños en las carreteras
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Cada cuatro minutos un niño muere prematuramente en alguna carretera del mundo. Otros cientos sufren traumatismos, muchos de ellos graves.

Con estos impactantes datos comienza un documento elaborado por la OMS destinado a concienciar sobre la importancia de controlar la seguridad vial y legislar para evitar miles de muertes de niños al año.

En él, nos muestran estrategias para mejorar la seguridad de los niños en las carreteras. La organización reclama una legislación rigurosa y su estricta aplicación, algo que, junto con el fortalecimiento de la seguridad de las carreteras y los vehículos, permitiría mejorar la situación.

El problema no es pequeño: los traumatismos por accidentes de tránsito figuran entre las cuatro causas principales de defunción de todos los niños mayores de cinco años. Y aunque es de alcance mundial, los niños más expuestos a morir en un accidente de tránsito son los que viven en países de ingresos bajos y medianos.

Veamos cuáles son las diez estrategias que, llevadas a cabo como un conjunto de medidas, podrían preservar la seguridad de los niños en las carreteras y os remitimos a esta infografía que las resume.

Estrategias de seguridad vial
  • Control de la velocidad. La reducción de la velocidad de los vehiculos es primordial para proteger a los ninos en las carreteras. Por ello, hay que establecer y hacer respetar límites de velocidad apropiados en función de cada carretera; establecer y hacer respetar una velocidad límite máxima de 30 km por hora en carreteras con altas concentraciones de peatones; hacer respetar los límites de velocidad mediante el uso de cámaras automáticas de detección de velocidad; construir o modificar carreteras para dotarlas de características que limiten la velocidad (semáforos, rotondas y badenes).

  • Prevención de la conducción bajo los efectos del alcohol. Uno de los principales riesgos para los niños como peatones, ciclistas y pasajeros en vehículos. Hay que establecer y hacer respetar los límites de 0,05 g/dl o menos para todos los conductores, y límites más bajos, de 0,02 g/ dl o menos para los conductores jóvenes; hacer cumplir las normas sobre conducción bajo los efectos del alcohol por medio de puestos de control y pruebas aleatorias de alcoholemia; restringir la venta de alcohol mediante normas que fijen una edad mínima, reglamenten los tipos de establecimientos habilitados para vender alcohol y fijen sus horarios de funcionamiento; limitar la comercialización de bebidas alcohólicas a los niños.

  • Uso del casco por parte de los ciclistas y motociclistas. Para los niños, el uso del casco es la estrategia individual más eficaz para reducir el riesgo de traumatismo craneal cuando conducen bicicletas o motocicletas. Hay que imponer y hacer cumplir las normas sobre el uso del casco a los motociclistas. Introducir criterios de fabricación de cascos reconocidos internacionalmente, a fin de asegurar que sean apropiados para los niños. Velar por la disponibilidad y asequibilidad de cascos para quienes los necesiten; respaldar iniciativas comunitarias dirigidas a los niños mediante la sensibilización de sus padres respecto del uso del casco en motocicletas y bicicletas, y proporcionar casco gratuitos o baratos para los niños.

  • Protección de los niños en los vehículos. Hay que imponer y aplicar leyes sobre dispositivos de seguridad para niños en todos los vehículos privados; introducir criterios reconocidos internacionalmente en la fabricación de dispositivos de protección para niños; velar por la disponibilidad y asequibilidad de esos dispositivos para quienes los necesiten; obligar a los fabricantes de vehículos a equipar todos los vehículos privados con amarres directos para asientos de accidente de transito niños, por ejemplo, sistemas de anclaje ISOFIX para fijar los dispositivos de protección en su lugar; promover planes de préstamos para la adquisición de dispositivos e informar a las familias acerca del uso de los mismos.

  • Mejorar la vista y la visibilidad de los niños. Llevar ropas claras; utilizar cintas retrorreflectantes en la ropa o en artículos tales como mochilas; formar “autobuses peatonales” en los que adultos voluntarios acompañan por rutas establecidas a grupos de niños con chalecos retrorreflectantes; contratar guardias con chalecos retrorreflectantes para vigilar los cruces alrededor de las escuelas; utilizar en las bicicletas luces frontales, así como piezas reflectantes delanteras, traseras y en las ruedas; utilizar luces diurnas en motocicletas y vehículos; velar por que las calles estén tan despejadas como sea posible y mejorar su iluminación.

Seguridad vial para niños
  • Mejora de la infraestructura vial. Hay que instalar elementos físicos tales como semáforos, rotondas, badenes, cruces peatonales, pasos elevados, acera central y alumbrado público en carreteras muy transitadas; separar los diversos tipos de transporte y usuarios de carreteras mediante mecanismos tales como niveles elevados y carriles exclusivos para peatones y ciclistas; crear zonas peatonales para mejorar su seguridad; establecer zonas de seguridad escolar que incluyan un conjunto de medidas de reducción de la velocidad, zonas peatonales, puntos seguros de ascenso y descenso de pasajeros y cruces vigilados; aumentar el tiempo de cruce peatonal en las intersecciones señalizadas próximas a las escuelas; delimitar áreas recreativas para niños alejadas de las carreteras; invertir en medios de transporte público seguros.

  • Adaptación del diseño de los vehículos. Hay que exigir la instalación de zonas de absorción de impactos en los vehículos para proteger a los pasajeros en caso de accidente; rediseñar las partes frontales de los vehículos con el fin de hacerlos menos peligrosos para los peatones; equipar los vehículos con cámaras y alarmas sonoras que puedan detectar objetos pequeños perdidos a través del espejo retrovisor; instalar sistemas bloqueo por detección de alcohol en los vehículos de personas condenadas por conducir bajo los efectos del alcohol.

  • Reducción de los riesgos para los conductores jóvenes. En los lugares en que existen programas de obtencion gradual del carnet de conducir, los accidentes de tránsito entre este grupo han disminuido en un 46%. Entonces, habría que reducir los niveles de alcohol en sangre para los conductores novatos; conducir junto a un adulto responsable durante un período de tiempo estipulado de aprendizaje; restringir la conducción por la noche y el número de pasajeros acompañantes; insistir en la tolerancia cero frente a cualquier falta de tránsito, incluidos los mensajes de textos durante la conducción.

  • Proporcionar la atención adecuada a los niños con traumatismo, que incluya las consideraciones específicas para ellos. Hay que capacitar a los cuidadores y maestros para que puedan estabilizar de forma segura e inmediata a los niños con traumatismos; capacitar a los dispensadores de atención hospitalaria en lo concerniente a las diferencias fisiológicas entre niños y adultos; dotar a los vehículos de emergencia del equipo médico y los suministros adecuados para los niños; hacer que los entornos hospitalarios sean tan agradables para los niños como sea posible, a fin de minimizar el trauma adicional de los niños con traumatismos; mejorar los servicios de rehabilitación pediátrica e incluir el acceso a centros de rehabilitación comunitarios; mejorar el acceso a servicios de asesoramiento para mitigar en los niños y sus familias los efectos psicológicos derivados de los traumatismos por accidentes de tránsito, y abordar consideraciones prácticas (legislativas y financieras).

  • Vigilar a los niños en las proximidades de las carreteras. Si bien las estrategias anteriores requieren desembolso económico ( de ahí la dificultad de introducirlas en los países en desarrollo), en esta ocasión se apela a la atención por parte de los padres y los cuidadores, que no han de perder de vista a los niños. Además, ellos también son responsables de velar por la aplicación de algunas medidas anteriores (uso del casco, sistemas de retención...) y reclamar a las autoridades.

Según la OMS, si todos los países aplicaran las diez estrategias para proteger a los niños en la carretera se contribuiría enormemente al logro del objetivo del Decenio de Acción para la Seguridad Vial 2011–2020 consistente en salvar cinco millones de vidas. Más adelante os hablaremos de este Decenio de Acción y ojalá se vayan alcanzando sus metas.

Fotos | iStock
Vía | OMS
En Bebés y más | Decálogo de seguridad vial en las escuelas infantiles, ¿Hacemos todo lo posible por salvarlos? Declaración de los niños para la seguridad vial

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