La carga mental de los padres durante la cuarentena: por qué nos sentimos exhaustos y qué podemos hacer para aliviarla
La cuarentena a causa del coronavirus vino a voltear nuestro mundo de cabeza: los niños fueron enviados a casa para continuar sus clases de forma virtual, y miles de padres nos encontramos saturados de actividades, incluyendo continuar con la crianza de nuestros hijos, e intentando teletrabajar, al mismo tiempo que ayudamos a nuestros hijos con los estudios.
Con todos estos cambios, y la permanencia obligatoria en casa, no es de sorprendernos que padres y madres nos sintamos física y mentalmente exhaustos. Te contamos cómo nos afecta la carga mental durante la cuarentena y qué podemos hacer para aliviarla.
A qué nos referimos con carga mental
En Bebés y más hemos hablado de la carga mental de las madres en distintas ocasiones, pues en muchos hogares la crianza y el cuidado de los hijos, así como las tareas del hogar, continúan recayendo principalmente en ellas. Sin embargo, no en todos los casos es así, y menos ahora cuando ambos padres (ya sea que vivan juntos o no) están compartiendo responsabilidades y preocupaciones mientras estamos confinados en casa.
Para quienes no son familiares con éste término, cuando hablamos de la carga mental nos referimos a esa lista de pendientes que llevamos en nuestra cabeza, y que solemos repasar una y otra vez. En ella, se incluyen cosas de todos los aspectos de nuestra vida, como las responsabilidades laborales, las tareas del hogar y la crianza de los hijos, entre muchas otras cosas.
Ahora que nos encontramos en cuarentena, pareciera que al quedarnos dentro de casa llevásemos un ritmo de vida menos acelerado, pero la realidad es completamente opuesta. Quizás no tengamos que salir de casa, pero tenemos acumuladas dentro de ella toda una serie de actividades y responsabilidades que nos mantienen con la mente ocupada todo el día.
Cómo nos está afectando la carga mental durante la cuarentena
El encierro nos afecta a todos, de eso no hay ninguna duda. Pero en el caso de quienes tenemos hijos, lo hace aún más, pues no solamente permanecemos confinados en nuestros hogares compaginando teletrabajo con las tareas de la casa: ahora también somos profesores, además de padres.
Si últimamente has notado que te sientes sobrepasado, enfadado, exhausto o andas más irritable o impaciente que de costumbre, que el tiempo no te alcanza y no logras llegar a todo, no estás solo: miles de padres en el mundo hemos experimentado esas mismas sensaciones en algún punto de la cuarentena.
Y cómo no sentirnos así, cuando nuestra cabeza se encuentra habitada en su máxima capacidad por dudas, temores, responsabilidades, pendientes y un sin fin más de cosas que nos preocupan y ocupan durante este confinamiento.
No solamente tenemos que lidiar con un gran cambio en nuestro ritmo de vida y la lista de todas las actividades que debemos realizar cada día, como ser profesores en casa y al mismo tiempo, continuar trabajando. A eso, le sumamos la lista de preocupaciones que naturalmente tenemos como padres y que muchos nos preguntamos en silencio:
¿Estaremos bien? ¿hemos seguido adecuadamente los protocolos y recomendaciones para evitar el contagio en nuestra familia? ¿qué más puedo hacer para proteger a mis hijos? ¿qué tanto les estará afectando el encierro y el distanciamientos de sus profesores, familia extendida y amigos? ¿se retrasarán en su educación? ¿cuándo terminará esto? ¿Cómo afectará a nuestra economía familiar?
Y además de todo eso, tenemos también las necesidades emocionales de nuestros hijos, que ahora nos necesitan más que nunca y lo demuestran buscándonos constantemente o nos hacen miles de preguntas que, desafortunadamente, no siempre somos capaces de responder.
Todas estas cosas, forman esa enorme carga mental que ahora llevamos sobre los hombros, y que nos hacen sentirnos cansados y estresados, al punto de sentir que hemos sido drenados de toda energía.
Pero calma, que ahora que hemos reconocido cómo nos afecta y todo lo que representa la carga mental, podemos tomar acciones para aliviarla.
Qué podemos hacer para aliviar la carga mental
Si bien puede parecer que todos esos pendientes no tienen fin o que no tendremos oportunidad de un verdadero descanso hasta el final de la cuarentena, la realidad es que siguiendo ciertos consejos y haciendo algunos ajustes tanto en nuestra rutina como en nuestra actitud, podemos aligerar la carga mental.
Mantener expectativas realistas
He elegido este como el primer consejo, porque creo que para poder lograr liberar la carga mental lo primero que debemos hacer es recordar lo siguiente: solo somos humanos. No nos exijamos más de lo que realmente podemos hacer.
No somos perfectos ni somos robots que pueden hacerlo todo sin descanso, por lo que mantener expectativas realistas tanto para nosotros como para nuestros hijos, es clave para evitar sentir que no estamos haciendo las cosas bien.
Por ejemplo, mientras yo sé que es importante apoyar y continuar con la educación de los niños desde casa, lo académico no es ni será lo más importante para nosotros, pues sé que este cambio puede ser muy grande para los niños, y presionarlos demasiado para que cumplan con todos los deberes puede llegar a ser contraproducente para ellos.
Tener rutinas, pero también flexibilidad
Organizarnos para establecer rutinas y horarios definitivamente es importante para el bienestar de toda la familia, pues así podremos mantener un ritmo similar al que llevábamos antes de la cuarentena y respetar actividades esenciales como comer o dormir.
Pongamos rutinas, sí. Pero también seamos flexibles. La flexibilidad de poder poner en pausa lo que estamos haciendo y dejarlo para más tarde aunque no lo habíamos planeado así, es clave para que la cuarentena no nos sea tan pesada.
Buscar tiempo para nosotros
Lo sé, lo sé. Confinados en casa con los niños y las mil cosas que tenemos por hacer, encontrar tiempo para nosotros puede parecer una misión imposible. Siempre recomiendo a las madres cuidar su salud mental buscando tiempo para ellas, y durante la cuarentena no es la excepción.
El tiempo para ustedes, ya sea en pareja o a solas, pueden ser cosas grandes, como hacer hueco al final del día para ver una película, o bien, organizarse para que puedan tomar una siesta de media hora durante el día. La idea es que puedan tener espacios de autocuidado en medio del caos.
Hacer lo posible por disfrutar el momento
Con todas las noticias y el estar encerrados en casa, disfrutar el momento puede sonar como algo lejano. Pero si aprendemos a ver el lado positivo que nos deja el confinamiento, podremos darnos cuenta que al vivir realmente el momento presente, podremos disfrutarlo.
Dejar la culpa
Finalmente, uno de los consejos que también he repetido en muchas ocasiones: dejemos la culpa de lado. Si cumplimos con las prioridades o la mayoría de las cosas que nos propusimos dentro de nuestras posibilidades, habremos hecho suficiente.
No olvidemos que nos encontramos viviendo una situación histórica y de mucha tensión. Seamos amables con nosotros mismos, cuidemos a nuestros hijos y hagamos lo posible por no dejar que la carga mental nos sobrepase.
Fotos | iStock
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