Surge un nuevo problema en escuelas y guarderías con motivo de la religión, hoy mencionamos el caso de la guardería Ralet Ralet de Badalona (Barcelona), donde los padres de una niña pakistaní no la llevan al centro los días en que en el menú hay carne de cerdo para comer.
Desconocemos si este tipo de casos se ha dado en muchas guarderías o colegios, pero no sería de extrañar dada la cantidad de inmigración que hay en nuestro país. Entonces, ¿qué habría que hacer?, ¿un menú especial para aquellas personas que por su religión no pueden consumir ciertos alimentos? No olvidemos la cantidad de problemas que tienen que torear los niños con celiaquía o con diabetes, por ejemplo, en este caso se trata de una enfermedad que de no recibir una dieta adecuada, podría desembocar en un gran riesgo para la salud de los niños, y aún así, han tenido y siguen teniendo sus dificultades en algunos centros escolares para recibir un menú a medida.
El caso es que esta niña pakistaní ha faltado dos veces a la guardería, una de ellas era porque en el menú había cerdo, como ya hemos comentado, por lo que la pequeña se quedó en casa al cuidado de su hermano de once años, motivo por el que éste tampoco pudo acudir al colegio. Quizá es un poco de falta de ganas de solucionar los problemas por parte de los padres ¿no?, están desfavoreciendo la educación de su hijo por dos bandas, pues resultaría más sencillo, antes de que se hallen otras soluciones, que le prepararan a la pequeña la comida y se la llevaran en un tupper. Vamos, esa es una de las miles de soluciones que cualquier madre daría a sus hijos antes de dejarlos en casa sin cuidados de un mayor y faltando a la educación obligatoria (en este caso del niño, pues la guardería es voluntaria), a no ser que quiera levantar la alarma social.
Como siempre que se tocan estos temas, son muy complicados, por lo que de momento, el Ayuntamiento de Badalona va a buscar una solución “si es posible y sin ningún sobrecoste”.
En España somos buenos, algunos dicen que tontos, abrimos las puertas a quienes vienen a trabajar, a sacar adelante a sus familias, a estudiar, etc. Pero todo el que viene a nuestro país debe saber que tenemos nuestra cultura, igual que si nosotros viajamos a otros países nos tenemos integrar y acomodar a la suya. Esto implica a todos los servicios, seguramente no acudirán a comer a un fast food porque lo que proporcionan no lo pueden comer, mientras que en la guardería los padres son conscientes en el momento de la matriculación, de lo que van a ofrecer a los pequeños en su centro, tanto en educación como en alimentación, y así lo hizo el ayuntamiento de esta población catalana, emitió un comunicado a principio de curso a todas las familias que llevan a sus hijos a guarderías haciéndoles saber que no se harían menús distintos "derivados de hábitos o consumos familares".
Las cuestiones a tener en cuenta para sacar una conclusión son muchas, pero lo principal pudiera ser la creación de campaña en la que se promueva (para todos) la buena voluntad y el respeto mutuo para obtener una óptima convivencia.
Vía | Menéame Más información | La Vanguardia