Hace días comenzé a hablarles de mis vacaciones familiares en Nueva York, la primavera pasada. Hoy les sigo contando de los lugares que visitamos.
En Nueva York hay incontables museos, de diversas temáticas y para todos los gustos, muchos de ellos apropiados para ir con los niños. A otros definitivamente a mí no se me ocurriría llevar a un pequeñín de 3 años, como por ejemplo al MOMA. Sin embargo, de los museos de arte, el Metropolitan y el Whitney Museum tienen colecciones que les pueden encantar. Pero, definitivamente, si hay un museo que los chiquitos de la casa disfrutan, es el Museo de Historia Natural. Mi hijo estuvo encantado con los fósiles de dinosaurios y la colección dedicada a la vida marina, donde tienen un modelo tamaño natural de una ballena azul, colgado en el centro de la sala. Fueron las dos cosas que más disfrutó del museo. Además de una pequeña exhibición temporal de arañas de verdad, que había con motivo del estreno de la película del hombre araña. En ese mismo museo hay un plantetario que los niños algo más mayorcitos disfrutarán un mundo.
Otro museo que estoy segura le hubiera encantado es el Intrepid, una colección de naves y aviones de la segunda guerra mundial ubicado en un viejo portaaviones, pero para el momento de nuestro viaje se encontraba en trabajos de mantenimiento y remodelación.
La ciudad está llena de parques, la mayoría con lugares de juego para los pequeños. Nosotros pasamos una mañana en Central Park y visitamos el Madison Square Park. En el Central Park los fines de semanas hay espectáculos al aire libre, conciertos y representaciones teatrales, pero lo que más le gustó a Rodrigo fue perseguir ardillas. Casualmente, en el Central Park, el productor de una serie para MTV se nos acercó y nos preguntó si Rodrigo podía "actuar" en una de las escenas que en ese momento estaban filmando. Bastaron tres tomas para que Rodrigo hiciera lo que le pedían: que se acercara al rockero que tocaba en la rama de un árbol, y le saludara con el signo de la paz.
Además del Central Park, también están el Riverside Park y el Hudson River Park.
A la hora de ir de compras nos turnabamos para distraer a Rodrigo, quién también disfrutó visitando las jugueterías famosas de la ciudad. La tienda de la cadena Toys'r us, donde nos montamos en la rueda gigante, a la que les recomiendo ir si pueden durante la semana ya que los sábados y domingos pareciera que estuvieran regalando los juguetes. Pero lo más divertido en jugueterías fue bailar en el piano gigante de la juguetería clásica de la ciudad Fao Schwarz. El piano es famoso por la película Big, de Tom Hanks. En el Soho descubrimos una juguetería llamada The Scholastic Store, donde venden juegos y libros educativos y tienen un área para que los niños jueguen a su antojo.
Estas son sólo algunas de las maravillosas experiencias que tuvimos. Así que si piensan visitar Nueva York con sus niños seguro tendrán un viaje memorable y en este artículo de la revista Travesías encontrarán muchas más ideas de sitios para visitar.