Son muchas las investigaciones que se centran el la mujer a la hora de relacionar los efectos del tabaco con la salud respiratoria del bebé, pero el papel del hombre también influye, y mucho. Y no sólo que el padre fume en el embarazo o delante del bebé, sino también en los años previos a la concepción.
Según un estudio realizado por investigadores de la Universidad de Bergen en Noruega, fumar antes de ser padre aumenta el riesgo de asma en el bebé. Es la primera investigación realizada sobre humanos en la cual se analiza el vínculo entre el hábito de fumar de un padre antes de la concepción y el riesgo de que su bebé sufra asma.
Fue realizada con más de 13.000 hombres y mujeres y se analizaron varios aspectos, como la cantidad de años que una persona había fumado antes de concebir a su bebé, la incidencia de asma en los niños y si habían dejado de fumar antes de la concepción del bebé.
Las conclusiones arrojaron que el asma era significativamente más frecuente en aquellos niños cuyo padre había fumado antes de concebirlos. Además, el riesgo aumentaba si el padre había fumado desde antes de cumplir 15 años de edad, y este se incrementaba a medida que aumentaban los años de haber sido fumador.
Si una persona fuma durante mucho tiempo, su ADN se modifica. Así sus genes son transmitidos al bebé predisponiéndolo a un mayor riesgo de sufrir afecciones respiratorias.
Vía | Noticias de la ciencia
Foto | Thinkstock
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