Alrededor del año de vida los niños empiezan a ponerse de pie y a dar sus primeros pasos, y con este gran hito del desarrollo, adquieren más independencia a la hora de moverse y explorar.
Además, a nivel de lenguaje, es alrededor del año cuando empiezan también a decir sus primeras palabras, y a los dos años entran en el período de la "holofrase" (usar dos palabras para hacer una frase, por ejemplo "quiero agua").
En resumen; el desarrollo general (del juego, sensorial, motriz, etc.) en esta etapa del primer al segundo año de vida es bastante importante. Como padres y madres, podemos favorecer este desarrollo en nuestros peques; para ello, os proponemos una serie de juegos, juguetes y actividades para estimularlo.
El desarrollo motor y cognitivo del primer al segundo año de vida
Antes de adentrarnos en las actividades propuestas para estimular a nuestro hijo, y aunque hayamos ya hecho una breve introducción, es importante profundizar un poco más en cómo es el desarrollo normativo de los niños a estas edades.
Según las guías pediátricas de referencia, alrededor del año el niño explora los objetos de diferentes maneras, como sacudiéndolos, golpeándolos o lanzándolos.
También encuentra objetos ocultos fácilmente. A nivel físico y motor, se sienta sin ayuda, se levanta para pararse y camina sosteniéndose de los muebles.
Y a partir de los dos años, el niño es capaz de encontrar objetos incluso cuando están ocultos bajo dos o tres capas y empieza a clasificar formas y colores. A nivel físico y motor, se para en la punta de los pies, y puede patear una pelota.
Juegos y actividades para estimular el desarrollo de niños de 1 a 2 años
Como verás, en esta breve guía hemos incluido juegos y actividades para trabajar las diferentes áreas; sensorial, emocional, motora y cognitiva.
Juegos de canciones
Según la Guía propuesta por la Universidad de Harvard (Center on the Developing Child), una actividad que favorece el desarrollo de niños a partir del año y medio son los juegos de canciones que incluyen movimientos.
Un ejemplo de ello es la canción "Soy una tetera" (donde cantamos a la vez que hacemos gestos con los brazos, simulando ser una tetera).
Este tipo de canciones y juegos requieren que los niños
atiendan las palabras de la canción y las mantengan en su mente (memoria de trabajo), usando la canción para guiar su acciones.
Cubos de aprendizaje
Los cubos de aprendizaje son cubos llenos de elementos para que el niño pueda tocar, manipular y experimentar.
Por ejemplo, incorporan pianos musicales, una caja del tesoro, un juego de teléfono, engranajes giratorios y cuentas. Con estos cubos se divertirán a la vez que aprenden y experimentan.
Juegos de memoria con tarjetas
Las tarjetas de memoria son un recurso interesante para favorecer el desarrollo cognitivo de los niños (atención, memoria...). Puedes comprarlas o fabricarlas tú mismo, con cartulinas.
De hecho, el juego puede empezar creando juntos esas tarjetas (duplicadas para hacer las parejas).
Después, las pondréis todas boca abajo y deberéis hacer parejas, ir volteando dos en cada turno. Con niños pequeños de 1 a 2 años lo ideal es usar pocas tarjetas y que sean muy visuales.
Estimular los sentidos
Podemos proponerles oler frutas o flores, tocar diferentes materiales como arena, agua, plastilina, arroz (o saquitos de arroz), velcro, telas... Para ello, una "caja de sentidos" puede ser un buen recurso, agrupando este material.
Juegos de construcción
Los juegos de construcción también son un buen recurso apilando bloques, y permiten trabajar la percepción visoespacial, la coordinación mano-ojo...
Podemos sentarnos en la alfombra con ellos e ir pasándole las piezas, hacer un bloque delante suyo y que pueda imitarlo, construir una torre entre los dos...
Eso sí, utilizaremos los primeros bloques, que son grandes y de fácil encastre.
Ensamblar piezas
Los juegos para ensamblar piezas (grandes) también pueden ser un buen recurso para niños de 1 a 2 años; pueden ser por ejemplo una caja por donde el niño vaya introduciendo las piezas en los agujeros, según su forma.
En esta actividad está trabajando la habilidad visoespacial, que le permite identificar el agujero (la forma) y escoger la pieza que mejor encaje en ella.
Puzzles
Los niños entre uno y tres años ya son capaces de resolver problemas sencillos, y empiezan a comprender el concepto de "causa-efecto". Pueden también memorizar series sencillas.
Por ello, pueden empezar a realizar pequeños puzzles de sus dibujos preferidos (pero máximo de dos o tres piezas); el puzzle es ideal para trabajar la motricidad fina, la concentración, la memoria de trabajo...
Juguetes sensoriomotores
A estas edades también es un buen momento para recurrir a juegos basados en el área sensoriomotriz, que permite al niño explorar sus habilidades físicas y motoras.
Por ello los juguetes que potencien estas habilidades son un buen recurso, como por ejemplo:
- Instrumentos musicales de madera (un xilófono, un tambor...)
- Un juego insertable de cordones
- Una bicicleta de madera sin pedales
Jugar con los bolsos
A estas edades a los niños les encanta meter y sacar cosas de bolsos, bolsas, cajas... Podemos aprovecharlo y hacer bolas de papel y meterlas en una caja, tirarlas a distancia, jugar a "encestar"... También podemos usar otros objetos como pelotas.
Jugar con agua
Fíjate si a tu hijo le gusta jugar en la bañera, y aprovecha este momento para incorporar juguetes aptos para el momento del baño, como patitos de goma, un juego de pesca...
Libros con imágenes
Los libros con imágenes son una buena opción para entretener a nuestro hijo e iniciarlo en la lectura.
Hay una variedad de los mismos, realizados con materiales resistentes y no tóxicos, especialmente creados para ellos. A esta edad les gusta mucho que les contemos pequeños cuentos o relatos, mirar cuentos, dibujos o fotos.
Señalemos algo de color...
Otra actividad es señalar algo de un determinado color; por ejemplo, decimos "verde" y señalamos algo verde.
También puedes señalar un bebé y decir "bebé", "mamá", etc. Aquí se trabaja la atención selectiva (focalizarnos en un estímulo determinado)
Pintar con rotuladores lavables
También encontramos rotuladores lavables y no tóxicos para bebés de más de 12 meses que ya pueden usar. ¡Despierta su imaginación creando un mural conjunto!
Carritos
Todo lo que sea arrastrar o empujar carritos les suele gustar a los niños de estas edades, por lo que una buena opción son los carritos para niños, los cochecitos, motos de madera, etc.
Además, encontramos también carritos sensoriales con botones que apretar, palancas que accionar, cremalleras que abrir y cerrar, etc.
Mesas de actividades
Las mesas de actividades son mesitas interactivas, formadas por la propia mesa y por un panel de actividades, que suele ser extraíble.
Son mesas con botones que apretar, que también emiten sonidos o canciones, con teléfonos que pueden extraerse, con manecillas de reloj que se pueden girar y con las que aprender rutinas diarias, con teclas de piano que enseñan colores y notas musicales...
Todo ello, ideal para satisfacer sus ganas de experimentar y explorar y para favorecer su desarrollo sensoriomotriz.
La cesta de los tesoros
Este juego favorece mucho el desarrollo sensorial de los más pequeños, y además, podemos elaborar nosotros mismos la cesta. Para ello, utilizaremos un cesto o una caja amplia y poco profunda, que llenaremos con objetos cotidianos que tengamos por casa.
Deben ser objetos seguros y de gran tamaño, idealmente, de texturas y material diverso para que el niño pueda experimentar.
Algunas ideas para que añadamos a la cesta: pelotas de goma, un cepillo del pelo, una cuchara grande de madera, una cajita musical, una tela, pinzas de la ropa, rotuladores de colores...
Se trata de ir descubriendo con ellos qué es cada objeto, que sonidos emite (si lo hace), a qué huele, para qué sirve, qué sensaciones produce tocarlo, etc.
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