Los amigos que perdemos por el estilo de crianza

Los amigos que perdemos por el estilo de crianza
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Hace unos días reflexionaba sobre los amigos de los que me he ido alejando desde que soy madre. No se trata unicamente de esos que no tienen hijos y continuan con planes “de solteros” a los que ya no podemos unirnos y se van alejando, me refiero a los que se pierden por cuestiones de filosofía de la crianza.

¿Os ha sucedido que hayáis perdido alguna amistad desde que habeis optado por el estilo de crianza diferente al habitual?

Inevitablemente, cuando somos madres y padres, nuestros hijos transforman nuestra vida y, en algunos casos, esto supone que llegamos a conclusiones sobre cual es el estilo de crianza adecuado que nos hacen chocar con otras personas o, sencillamente, nos convierten en molestos o extraños.

Presiones del entorno

Ya hemos hablado muchas veces de los comentarios negativos que sufren los padres que se deciden por la lactancia más allá de los primeros meses, o por dormir con sus hijos, o los que no aplicamos castigos a los niños. La presión puede ser enorme y llevarnos a enfrentamientos con amigos o familiares que nos cuestionan, se burlan o nos hacen comentarios negativos no solicitados.

Es un tema muy complicado, porque, por un lado, lo lógico es que sigamos dándole a nuestros hijos una forma de vida que creemos mejor para ellos y no cedamos a las presiones, pero, por otro, esas personas a veces no lo hacen con mala intención (en otras, pues si, la verdad).

Vivencias y desencuentros

Compañeras de trabajo que se burlaban de los kilos de más o de que prefiriera usar mi hora de lactancia en amamantar a mi hijo en vez de irme, como ellas, al gimnasio. Ha habido, por supuesto.

Conocidas que , sin yo dar mi opinión sobre su estilo de crianza, muy desapegado, parecían ofenderse porque llevara en brazos a mi hijo o deseara pasar más tiempo con él. De esas, claro que ha habido.

Familiares, no directos afortunadamente, que se consideraban con derecho a decirle a mi hijo que era mayor para mamar o que ya era hora de pasarse a su cama. Respecto a la educación ya decían menos, a esas alturas ya había puesto claros los límites.

Quizá al principio era yo muy apasionada y explicaba, con todo lujo de detalles y ofreciendo información veraz y contrastada, las razones de la crianza respetuosa con las necesidades de los niños. Daba largas charlas sobre los motivos para preferir un parto respetado, los beneficios de la lactancia prolongada, las alegrías del colecho o las razones para no levantarle la mano a mi hijo y eso hacía que sintieran que las criticaba. Luego, prefería callar, incluso ser parca cuando me preguntaban, dando una lista de recursos y explicando poco sobre el ámbito personal.

Los amigos con los que yo he cortado

Pero ha habido cuestiones en las que el desencuentro apenas se ha producido y yo misma he decidido cortar la relación. Y me refiero a las “amigas” que defendían castigar a los niños o les pegaban. No puedo relacionarme con maltratadores, sea cual sea la amistad previa que hemos tenido cuando me doy cuenta que presenciar determinadas cosas no es adecuado para mi hijo y que no lograba ayudar a esos niños.

No puedo ser amiga ni tener relación estrecha con personas que maltratan a otra, sea un hombre, una mujer o un niño. Igualmente no soy amiga de personas que maltratan a los animales. ¿Pensáis vosotros que es una postura radical?

No, no me refiero a nada denunciable, sino a esos maltratos normalizados. Llamar guarra a una niña de tres años a la que, recién nacido el hermanito, volvía a hacerse pipí encima. Castigar sin cenar al niño que no quería la sopa. Dar un cachete o una torta y meter en su cuarto al que era demasiado revoltoso y molestaba en la reunión de los adultos.

Una historia personal

Recuerdo una amiga de hacía años que vivía en otra ciudad. Vinieron a hacerme una visita con su nena de seis meses. Mi hijo no debía tener ni dos años. Cuando llegó la hora de la siesta me pidieron acostarla en la cuna de mi hijo (que estaba llena de ropa por doblar, como siempre). La dejaron alli. La niña lloraba. Cerraron la persiana. La niña lloraba. Cerraron la puerta. La niña lloraba. Y siguió llorando durante las tres horas siguientes sin que sus padres la atendieran.

El padre, más empático, entraba de vez en cuando a ver si estaba bien. La madre le regañaba, la niña les tomaba el pelo, si no quería dormir que se aguantara, no la pensaba coger. Mi hijo entró en la habitación y se ponía asomado en la cuna, tratando de consolarla.

Muy suavemente, pensando en si podía ayudar, les pregunté sus razones. La respuesta no fue amable, ya sabían que yo era de esas que no dejan llorar a los niños y los consienten, que no querían oir mis rollos sobre que eso les hace daño. Ellos querían hijos obedientes que controlaran sus emociones. No los invité más.

Con el tiempo me he dado cuenta que tiendo a elegir a mis amigos por razones de afinidad, por compartir gustos o ideas, pero entre los temas más importantes que hacen que una persona me resulte agradable es su opinión sobre la crianza respetuosa y su actitud cuando descubren mi forma de pensar. De hecho, hoy por hoy, mis mejores amigos han aparecido desde que soy madre y comparten conmigo la idea de que a los niños no se les pega, no se les castiga y no se les hace nada que sería malo si se hiciera a un adulto.

Al final, el que respeten a las personas, aunque sean niños, es una cuestión indispensable para que yo pueda sentir aprecio por otra persona. He dejado, por mi estilo de crianza, amigos por el camino, pero he ganado muchos y mejores. ¿Os ha pasado lo mismo a vosotros?

En Bebés y más | Amigos con hijos y amigos sin hijos, Bodas sin niños, El aislamiento de las madres que amamantan prolongadamente

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Comentarios cerrados
    • interesante

      Hola Mireia,

      Estoy de acuerdo. No me parece radical tu postura por no ser amiga de personas que maltratan a otra persona o a los animales. Claro que todos tenemos nuestros límites de tolerancia, por ejemplo un vegano, no soporta comer miel porque se está explotando el trabajo de las avejas, eso a un vegetariano le parece demasiado radical, entonces sí come miel, pero no come ninguna carne porque no mata animales, otro dirá que le parece mal el maltrato injunstificado a animales pero sí los come, porque justifica la matanza animales para alimentación del hombre. Cada uno de nosotros tenemos nuestra tolerancia, nuestros límites y está bien que cada uno sea fiel a eso.

      En mi caso ni charlo de crianza con madres que optaron por otra cosa, no quiero adoctrinar a nadie. Al principio quería informar a las mamás sobre los beneficios de la lactancia materna, pero he notado que la gente es muy sensible y enseguida se siente atacada. Zami tiene 9 meses, seguimos y seguiremos con la teta, pero no soy "Lactivista", doy la teta porque es lo que corresponde, lo que hace cualquier hembra mamífera con su cría y en cualquier lugar, playa, supermercados, bares... Si alguna mamá me pregunta con respeto y curiosidad genuina, contesto, informo, incito a la búsqueda de información contrastante y que cada una saque su propia conclusión.

      Con respecto a los "opinólogos", ¿qué querés que te diga? si tuviéramos que satisfacer a cada uno...sería una locura. Suficiente con estar de acuerdo con mi marido, con mi bebé y conmigo misma! Un cariñoso abrazo,

      Leticia.

    • interesante

      Yo por suerte no, tengo 3 amigas con hijos pequeños y somos cada una mas distinta...hay una que ha dado el pecho hasta los 20 meses...otra que no dio ni un dia por problemas de salud, y la otra ha dado lo que ha podido...nadie ha opinado mejor o peor de ninguna. Creo que si respetamos la manera de educar como nos gusta que respeten la nuestra no tienes por que dejarte de hablar con nadie...eso si, siempre dentro de unos limites...eso que has contado que han dejado llorar a una niña de 6 meses 3 horas?? yo a los 20 min los hecho de mi casa.

    • interesante

      Mis amigos siguen siendo los mismos de siempre, tanto si estamos de acuerdo en cómo educar a los niños como si no. Considero que mis amigos quieren a sus hijos tanto como yo al mío, y lo hacen lo mejor que pueden. Y afortunadamente no se meten mucho con mi forma de criar al niño. Alguna vez me dicen que lo deje llorar o que lo acueste en la cuna y yo les digo "¡No que es peor, llora muchísimo y no hay forma de consolarlo!" (no es que lo haya dejado llorar nunca a propósito, es que llora así en el coche). Se sorprenden mucho y normalmente no insisten más. Si se sorprenden tanto, ¿será que otros niños lloran menos? De todas formas nunca ha venido nadie ha mi casa y ha dejado a su hijo llorando tres horas. Me parece muy fuerte. Con quienes sí choco bastante es con mi familia. Mi madre se agobia y me agobia a mi: que si el niño no come (sí que come, pero menos de lo que a ella le gustaría), que si la teta ya no alimenta, que si el niño debería dormir ya en su cuna, que lo que necesita es ir a la guardería... Todo el dia discutiendo. Y mis hermanos usan el método Estivil para todo. Claro que sus niños son dormilones, tragones y obedientes por naturaleza. Creo que usan el Estivil para creerse que el mérito es de ellos y que ellos son los que mandan. A mi hermano ya le pegué un corte una vez. Así que ya no me dice nada. Ahora se dedica a calentarle la cabeza a mi madre para agobiarla y que ella me agobie a mi. Mi hermana solo me explica como lo hace ella si se lo pregunto. Lo hace con ese aire de "es que es ASÍ como hay que hacerlo", pero no me dice directamente que yo lo esté haciendo mal. Yo a ella tampoco. Hago todo lo posible por llevarme bien con mis hermanos para que mi hijo tenga una buena relación con sus primos. Aunque a veces no es fácil, sobre todo con mi hermano.

    • interesante

      No, mis amigos no pegan a sus hijos, partiendo de esa base, no les pregunto como los educan o como los crian, cada uno lo hace como cree mas conveniente y mejor saben, vamos, como la mayoria de personas.

    • interesante

      Mis amigas más cercanas de momento no han tenido hijos así que no he tenido problemas de esos, de todas formas hace tiempo que dejé de explicar el porqué de las cosas que hacemos a no ser que me pregunten. Aún así si has dejado amigas por el camino por estas cosas habrás encontrado otras más afines, no?

    • interesante

      a mi me han criticado mucho por el colecho, mucho, pero no al limite de pelearme con nadie... tengo amigas que han dado pecho mucho tiempo (para mi mucho tiempo es mas de tres años) yo no lo haria, pero si otra quiere y le gusta me parece barbaro... Mi suegra critica mi "blandura", mi madre una supuesta falta de limites... pero lo cierto es que mi hijo es revoltoso y no le voy a estar pegando para castigarlo... ahora "castigo" no entiendo bien con que intencion lo ponés, castigo fisico no, claro, pero algun "castigo" para poner limites tiene que existir, la vida sin limites es dificil y desgraciada porque el mundo real es diferente del que queremos las mamás y papás que intentamos practicar la crianza del apego... amigos no perdi, pero nadie dejo llorar un niño asi en mi casa...

    • Gracias por tu interesante artículo. Me parece estupendo el tipo de crianza que quieres dar a tu hij@.

      3 comentarios breves:

      - Los padres que desean que sus hijos sean capaces de gestionar mejor sus emociones, desarrollando su Inteligencia Emocional, van a influenciar muy positiva la capacidad para ser feliz futura de su hijo. Eso si, sabiendo cuando es el momento adecuado para empezar. Con niños menores de 2 años no tiene sentido, ya que su llanto es una reacción instintiva de supervivencia. A partir de los 2 años, cuando ya desarrollan una capacidad de razonamiento y de memoria suficiente, si recomiendo el desarrollo de su autogestión emocional (especialmente cuando les entren tantrums y pataletas infantiles). Por ejemplo, darles aquello que pidan mayoritariamente cuando se calmen (y no antes), transmite el hecho de que las cosas se consiguen más a menudo dialogando y en posesión del control emocional que con llantos y chantajes emocionales.

      - Entiendo perfectamente que ciertas personas se sientan personalmente atacadas cuando les comunicas ideas que, de una forma u otra, tienen e poder de resquebrajar su forma de ver y entender el mundo. Si uno no se ha trabajado lo suficiente interiormente, aparecerán sentimientos de ansiedad, miedo, terror y/o duda sobre su propio modelo del mundo. Al temblar sus cimientos e incluso, según el caso, su propia identidad, sentirán pánico. Generalmente la gente reacciona a este proceso de una de las dos formas siguientes: O bien se enconan en sus creecias, volviéndose ultradefensores de dicho sistema de valores, bien cortan por lo sano con aquello que perciben como "amenazador" (huida). Por desgracia, lo primera reacción ha sido la causa de la mayoría de Guerras Ideológicas y Religiosas de la Historia de la Humanidad, de la defensa violenta del Status Quo y demás), y la segunda sólo lleva a la "negación patológica" (una forma de demencia denominada como "la técnica del avestruz").

      - Aunque es natural acercarse o distanciarse de nuestras amistades según el grado de afinidad que tengamos con ellas, es recomendable no descuidar nuestra capacidad empática con ellas. Descubriremos entonces una verdad oculta: alguien que no respeta a los demás, en esencia, no se respeta a sí mismo. Por tanto, no nos impidamos a nosotros mismos sentir aprecio (en forma de compasión) por aquellas personas que manifiestan actitudes e ideas que no consideramos aceptables. Recordad que ellos, junto a su familias y sus círculos más cercanos, son los que sufrirán las consecuencias directas de sus acciones y pensamientos.

      Me despido deseando que esta información haya sido de utilidad para alguien.

    • Hola,

      Jojoba, creo que está fuera de lugar decirle a Mireia que no te la crees. Para qué hacer un post diciendo mentiras?

      Esto no es un juego, es la vida real. No tienes ni idea de lo que puede sufrir una madre o una pareja de recientes padres, cuando a su alrededor tienen gente que los descalifica. En el grupo de lactancia lo hemos visto muchas veces, por desgracia.

      Los humanos creamos lazos afectivos con aquella gente que es afin a nosotros. Es lógico pues que sin quererlo ni beberlo te acercas más a gente que te entiende, sobretodo cuando eres madre, i te alejes de la que no.

      El tema de la crianza es demasiado profundo e importante. Puedes estar con amigo que fuma y bebe como un carretero y tu eres antitabaco y no te gusta el alcohol. Pero la crianza comporta un modo de vida en cada familia y puede alejarte o crear lazos más fuertes.

      A mi no me ha pasado lo que a Mireia, sino lo contario, el hecho de ser madres nos ha acercado a mis amigas y a mi (yo tengo 3 y ellas han tenido el primero). Y además han venido al grupo de lactancia, el estilo de crianza es el mismo y eso nos ha unido más porque nos entendemos.

      Saludos,

    • Yo sí que me siento muy identificada, primero con la idea de que las personas que nos rodean se crean con derecho a opinar sobre como criamos a nuestros hijos, y segundo con la pérdida de amistades. Algunas de las amistades que he perdido y no echo de menos eran las que, incluso sin tener hijos, pensaban que era mala madre por no dejar berrear a mi hija horas en la cuna y encima se permitían el lujo de decírtelo a la cara.Eso sí, luego les parecía bien que el perrito que tenían durmiera con ellos porque lloraba en su puerta y era una pena, debían pensar que mi hija merecía menos consideración que su perro...

    • Gracias por tu post Mireia, me he identificado mucho con algunas cosas que comentas, pero algo magnificadas por tratarse en mi caso de un macho traidor al sistema.

      Así las cosas, los problemas con amigas, incluso de mi pareja han pasado por mi. No te leí tremendista, aunque una compañera lo decía verdad?, a mi me han mirado despectivamente, me han dicho que por dormir con mis hijos me voy a cargar la pareja a parte de restarles autonomía. Nunca en mi vida se preocupo por nuestra vida sexual tanta gente como desde que salimos del armario del coleccho :))

      Acusasiones de perversión por lactar con 3 años, de no cuidar mi carrera profesional por la excedencia, en fin...

      Alguna relación se ha perdido, otras han quedado más o menos tocadas y otras han nacido y en nuestro caso hemos recuperado una relación!! importantisima, una buena amiga que fue madre antes que nosotros y nos hemos reencontrado.

      Un fuerte abrazo Alejandro Psicologia CEIBE

    • creo que exageras demasiado.

    • Excelente artículo, pensé que sólo me estaba pasando a mí, pu es me he alejado de muchas amigas que practican el ser madres modernas y descuidan a sus hijos, y su vide sigue fundamentada en el trabajo y las actividades sociales y dejan a sus hijos en el colegio o con el servicio, más tiempo de lo normal, yo rechazo actividades y compromisos innecesarios para no restar tiempo a mis hijos, pienso que ahora me necesitan y es ahora que debo estar, luego tendrán su propia vida, habrán crecido y entonces volveré a tener tiempo para mí. El gym, las reuniones, actividades sociales, y hasta de pareja, ya tuvieron su momento y volerán a tenerlo; mi esposo y yo estamos bien centrados en la educación de nuestros hijos, ahora ellos son la prioridad.

    • En mi entorno no hay un "estilo habitual" de crianza, cada uno hacemos lo que creemos mejor, más conveniente o lo que podemos, unos colechan con los hijos, otros no lo hacen habitualmente, unos han dado biberones desde el primer día, otros han optado por lactancia materna hasta pasado el primer o el segundo año, unos hacen las cosas por convicción, otros llevados por las circunstancias,... Estas diferencias en los estilos de crianza no creo que sean motivos para perder amistades. Es tan absurdo como dejar de hablarte con alguien por ser de un equipo de futbol rival al que te gusta a ti. No he oído demasidados discursos o charlas por parte de mi entorno sobre crianza, mucha gente intenta seguir lo que dice el pediatra, la matrona,... seguir el consejo que te da uno, lo que le dice otro, lo que cree que está bien, intentas hacer de una manera las cosas, aciertas, te equivocas... En algunos foros y blogs leo que hay fans de Estivill, de Carlos González y de otros, pero yo creo que la maternidad es un tema tan lleno de matices y que te toca tanto por dentro como para dejarlo en manos de un gurú. Sí que conozco a una mamá que dice ser bastante cercana a las ideas de C.González, pero no veo que su estilo sea demasiado diferente al mío o al de otras personas que conozco. Ninguna de las personas que considero amigas aplica el "maltrato normalizado" del que hablas en el artículo. Me considero muy sensible al sufrimiento de los demas y no quiero saber nada de personas capaces de maltratar a nadie. Soy comprensiva con alguien que pueda perder los nervios en una situación límite, pero no con alguien que sistemáticamente menosprecia, pega o hace daño a sabiendas a compañeros de clase, de trabajo o familiares.

    • "Compañeras de trabajo que se burlaban de los kilos de más o de que prefiriera usar mi hora de lactancia en amamantar a mi hijo en vez de irme, como ellas, al gimnasio. Ha habido, por supuesto.

      Conocidas que ... parecían ofenderse porque llevara en brazos a mi hijo o deseara pasar más tiempo con él. "

      Mireia, lo siento, pero esto no me lo creo. Me parece una exageración, o tú te tomas las cosas de forma tremendista. No creo que ninguna madre del mundo mundial "se ofenda" porque otra lleve a su hijo en brazos o porque una madre quiera estar con su hijo. Lo siento, pero no me lo creo.

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    • Avatar de jojoba Respondiendo a jojoba
      interesante

      De tremendista nada, yo conozco algunas de esas madres. Una lástima para sus bebés.

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    • Avatar de maroire Respondiendo a M.Carmen
      interesante

      Los amigos no se ofenden por cuidar, abrazar o tener en brazos a nuestros hijos. Mis amigos también quieren a mis hijos. No todas las personas que conocemos son nuestros amigos, la mayoría no lo son, nos pueden caer más o menos bien pero para mi la amistad es algo más que una mera relación de compañeros de trabajo. Los que se ofenden por que una compañera de trabajo aproveche una pausa en el trabajo para estar con sus hijos son malas personas, independientemente de que sean madres o no. Hay entornos laborales muy hostiles en los que parece que cualquier cosa que digas o hagas puede utilizarse en tu contra.

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