El rol de la mujer ha cambiado mucho en las últimas décadas y lejos quedaron aquellos tiempos en los que se esperaba que su único trabajo fuera el de cuidar de los niños, cuidar de los mayores y cuidar de la casa (y del marido, supongo). Ahora la mujer trabaja como lo hace el hombre (solo falta que lo haga en igualdad de condiciones y sueldo) y el cuidado de los hijos se comparte con las parejas, así como el de la casa. No digo que sea un hecho, o que sea así en todos los hogares, pero el cambio es sustancial con respecto a la generación que nos precede.
El caso es que a pesar de ello, un estudio realizado en Australia, donde yo diría que son algo más modernos y avanzados que nosotros como sociedad, revela que en realidad, los hombres son más felices cuando mamá se queda en casa.
Menos satisfechos en su relación de pareja
El estudio, que en realidad es una macroencuesta llamada "The Household, Income and Labour Dynamics in Australia" (HILDA), revela que los hombres cuyas parejas trabajan, ya sea a tiempo parcial, ya sea a jornada completa, están menos satisfechos en sus relaciones que aquellos cuyas mujeres se quedan en casa.
Tal y como leemos en Babyology, Roger Wilkins, uno de los autores del informe, sugiere que el resultado se debe a que los roles de género tradicionales son muy difíciles de extinguir. Y es que muchos de los hombres encuestados son, seguro, hijos de madres que seguro que pasaron mucho más tiempo al cuidado de la casa que sus maridos, y como hemos dicho muchas veces, un niño se educa, sobre todo, por el ejemplo de lo que ve en casa.
"Las señoras de la limpieza han salvado muchos matrimonios"
Hace unos años una profesora me dijo esta frase, y se me quedó marcada: "Las señoras de la limpieza han salvado muchos matrimonios". Y es que en aquellas parejas donde hay señora de la limpieza, el trabajo de casa se reparte entre el hombre, la mujer, y la mujer contratada para recoger, limpiar y quizás hasta planchar la ropa. Y si está esta tercera persona, el trabajo para la pareja es mucho menos y menores, por lo tanto, las discusiones.
No sé cómo lo haréis en cada casa, pero conozco a más de una pareja en que el hombre se ha negado a limpiar (porque "no se fue de su casa, donde todo se lo hacía su madre para ir a otra donde tuviera que limpiar") y, o lo ha acabado haciendo ella por no discutir, o han acabado por contratar a una señora de la limpieza (o quizás se han acabado separando). Vamos, que aún falta al menos una generación más para que los roles de género se igualen todavía un poco más, no solo por lo que puedan ver en casa, sino porque en general los inputs que reciben los niños son aún bastante machistas: ¿o acaso no hay juguetes de niño y juguetes de niña?
Entonces, ¿la madre que se queda en casa a cuidar de sus hijos?
¿Hace mal entonces la madre que se queda en casa a cuidar de sus hijos? ¿Es un mal ejemplo para ellos? Pues no. ¿Por qué iba a serlo? Es un mal ejemplo si lo hace obligada por su pareja. Es un mal ejemplo si además de quedarse con ellos tiene que encargarse de toda la casa, mientras el marido se sienta en el sofá. Es un mal ejemplo si también cuida de él. Si en cambio el hombre llega a casa y se arremanga como ella, si disfruta de los niños dedicándoles tiempo y juego y a partir de ese momento no hay diferencias, el mensaje que reciben los niños es que papá y mamá hacen lo mismo, o podrían hacer lo mismo, solo que mamá ha escogido estar en casa con ellos.
Y si es porque no tiene trabajo, pues lo mismo: porque no tiene trabajo, que si lo tuviera, papá y mamá son igual de responsables de ellos y de la casa.
Porque no confundamos, no hay que luchar por una igualdad en la que la mujer que trabaje esté bien vista y la que no lo haga esté mal vista (que parece que es hacía aquí hacia donde van los tiros actualmente, y es un grave error), sino por una en la que la mujer pueda decidir libremente, igual que el hombre.
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