Convertirse en madre es una experiencia única y maravillosa, pero que también está llena de retos nuevos que, a menudo, te ponen a prueba. No solo hay que bregar con el cansancio postparto y el vaivén hormonal que sigue al embarazo, sino que además te enfrentas a una silueta que no reconoces mientras te preguntas si serás capaz de cuidar a ese pequeño bebé como realmente se merece.
Y aún así, hay empresas que piensan que el permiso de maternidad (y de paternidad) son unas vacaciones pagadas.
Esa es la impresión de muchas madres, incluida Anna Whitehouse, periodista y fundadora del sitio web para padres Mother Pukka, que publicó una reflexión sobre el tema en su cuenta de Linkedin, donde señala que precisamente durante la baja maternal es "cuando las madres y los padres asumen su trabajo más difícil y más importante". No podemos estar más de acuerdo.
"Ser madre, un trabajo a tiempo completo"
No puedo evitarlo. Al leer esta reflexión recuerdo con mucha rabia mi primera baja maternal, cuando mi jefe de entonces (machista como pocos) me felicitó por el nacimiento de mi hija y me 'animó' a ir trabajando desde casa en algunos artículos que teníamos pendientes "ahora que iba a tener tanto tiempo libre para hacerlo".
Cada vez que me veía multiplicándome para atender las necesidades de mi bebé, me repetía que tendría que verme entonces cambiando pañales, dándole el pecho, calmando su llanto y, además. Y todo eso, intentando seguir adelante sin desfallecer, mientras aprendíaa marchas forzadas lo que significaba la maternidad, dudando a cada paso si estaba haciéndolo bien.
Así que al leer la reflexión de esta madre inglesa en su cuenta de Linkedin, no he podido por más que esbozar una sonrisa de complicidad. Pero seguro que hay muchas otras madres (y también padres) que se sienten totalmente identificadas con sus palabras.
"Un recordatorio para las empresas: El permiso de maternidad/paternidad no es un 'día festivo'. No es 'un buen descanso' y no es tiempo libre. Es un cóctel embriagador de anticipación, expectativa, llegada y supervivencia."
Con estas palabras comienza Ana una realista reflexión, en la que también habla de que ser madre es un trabajo de 24 horas al día, 7 días a la semana.
"Cada segundo se te necesita, si no en persona, en el pensamiento. Es un trabajo. Sin días de enfermedad. Sin una remuneración justa. Es la posición más privilegiada del mundo, pero se necesitan pelotas, agallas (a menudo sin gloria), tetas y cualquier otra extremidad que puedas poner a trabajar."
Una dura prueba, emocional y física
Recuerda Anna que la madre reciente no solo tiene que aprender a cuidar de su bebé, sino también lidiar con los altibajos emocionales que te asaltan tras el embarazo y que son el contraste más llamativo:
"Es ir cojeando al parque después del parto, sufrir la subida de la oxitocina, volver a casa y encogerse en posición fetal, sucumbir al bajón postparto."
Pero, claro está la maternidad es también un trabajo muy gratificante:
"Es la vida en su forma más pura, más fea, más sorprendentemente bella y pone el cuidado de ese pequeño ser por encima de tu hambre, de tu agotamiento, de tus necesidades".
Así que, si eres madre reciente, comparte tus pensamientos y pide ayuda a tu familia y amigos. Y por supuesto, ni caso a esos 'Neandertales' que creen que estás de vacaciones porque no tienes que ir al centro de trabajo, en lugar de comprender la dura prueba que sufren las madres cuando están de baja maternal. Ahora te enfrentas a la tarea más importante del resto de tu vida: la maternidad. Disfruta de ella, puedes y merece mucho la pena (de una madre a otra).
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