Cifras como ésta no dejan de sorprenderme, porque la imagen de una mujer embarazada tomando una bebida con alcohol me resulta chocante e incomprensible. Pero cerca de la mitad de embarazadas consumen alcohol, según las conclusiones de un encuentro organizado por la Asociación Nacional de Informadores de la Salud (ANIS).
Incluso, una de cada cinco de estas mujeres pueden llegar a tomar hasta cinco o más consumiciones por ocasión, lo que agrava aún más el riesgo de sus bebés.
Ya os ofrecimos datos de un estudio que señalaba que las cifras eran el 25% de embarazadas, y en estas conclusiones, centradas en España, se eleva el listón y se asegura que entre el 25 y el 45% de las mujeres en España consumen bebidas alcohólicas durante el embarazo.
Tomar alcohol durante el embarazo puede producir labio leporino en el bebé y otros defectos congénitos, como malformaciones que pueden afectar al corazón, los riñones, el hígado, los huesos… También reduce el tamaño del cerebro y puede producir muerte fetal y puede causar problemas mentales en el niño, siendo una de las causas más frecuentes de retraso mental.
Los déficits neuropsicológicos, problemas de memoria y aprendizaje, alteraciones del comportamiento, déficit de atención con hiperactividad o fracaso escolar son otros trastornos relacionados. Además, es posible que cambie la fisionomía del bebé, otorgándole facciones características como la microcefalia o cabeza pequeña, el puente nasal bajo, labio superior delgado o aberturas oculares pequeñas.
Pero si todo este cúmulo de riesgos se redujeran a la mínima posibilidad de uno de ellos, ¿no sería suficiente para dejar de beber alcohol durante el embarazo? ¿Y qué pasa si sólo es una copa? Por el momento, no hay estudios que establezcan el umbral de seguridad en el consumo de alcohol, por lo que no sería recomendable en ningún caso ni cantidad.
Estoy segura que de ese alto porcentaje de embarazadas que consumen alcohol, la mayoría no tiene dependencia, sino que, o bien no son conscientes de los peligros que puede acarrear, o creen que la posibilidad de que “les toque” es mínima.
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